Fallas del sistema de lubricación

El funcionamiento óptimo de los vehículos y equipos industriales depende de numerosos sistemas mecánicos y electrónicos. Uno de estos sistemas es el de lubricación, pero poca gente sabe lo que es y lo importante que es para el buen funcionamiento de los motores.

Función y funcionamiento del sistema de lubricación del motor.

La función del sistema de lubricación es distribuir aceite a presión a todas las piezas móviles del motor para lubricarlas, reducir su temperatura y capturar los contaminantes causados por la fricción entre las piezas.

El objetivo es reducir el desgaste de las piezas del motor creando una capa de aceite entre las piezas móviles, haciéndolas más suaves. Todo ello protege y prolonga la vida del motor. La parte más importante del sistema de lubricación es, por supuesto, el lubricante, normalmente llamado aceite de motor. Se almacena en la parte inferior del motor, en un cárter o depósito de drenaje, que también se encuentra debajo del motor.

El lubricante se extrae de este depósito mediante una bomba de aceite, donde primero pasa por un tamiz que impide que las partículas más grandes del fondo del depósito lleguen al resto del sistema.

Después del tamiz, el aceite pasa por un filtro de aceite, que elimina las partículas más finas y los contaminantes, y distribuye el aceite limpio a las distintas partes del motor a través de conductos de derivación.

Estos conductos de derivación se colocan en puntos estratégicos para que el lubricante fluya continuamente durante el funcionamiento del motor, cuando las piezas móviles están en constante movimiento. El aceite pasa por los cojinetes, los pistones, las bielas, los segmentos, los bulones, los árboles de levas, etc.

Una vez que el aceite se ha difundido en el motor desde abajo gracias a la bomba de aceite, se recoge de nuevo por gravedad en la parte inferior del motor, desde donde el proceso continúa ininterrumpidamente mientras el motor está en marcha.

¿Qué es la bomba de aceite?

La bomba de aceite es el corazón del sistema de lubricación, se encarga de tomar el aceite que se encuentra en el cárter y lo envía por todo el motor a través de los ductos. La bomba mantiene una presión y caudal suficiente de aceite para que lubrique todas las zonas del motor. Su falla repentina traerá consigo daños catastróficos al motor si no apagas el motor al momento de su fallo.

Causas por las que falla el sistema de lubricación

En la mayoría de los casos hay errores básicos que comete el usuario y pueden desembocar en una falla en el sistema de lubricación. Básicamente se pueden mencionar:

-No chequear de forma periódica el nivel del aceite del motor. Aunque el vehículo sea relativamente nuevo o nuevo, es buena practica mirar el nivel del aceite por las mañanas antes de encender el vehículo. No es algo difícil, pues con solo tomar un trapo limpio puedes tomar la varilla, limpiarla e introducirla nuevamente, para tomar una mejor medición. El nivel debe estar en su punto, ni por encima ni por debajo pues ambos escenarios son malos y deben evitarse. El bajo nivel puede generar caída en la presión del aceite y por ende no habrá buena lubricación. Si el nivel es alto puede llevar a la formación de espuma (a pesar de que el aceite tiene agentes antiespumantes) y afectar adversamente la lubricación, además puede generar problemas de estanqueidad y hacer que se dañen juntas y sellos si se vuelve una práctica recurrente.

-No esperar a que el motor alcance su temperatura de trabajo antes de revolucionar el motor. Es mala practica no esperar a que el motor alcance su temperatura pues el aceite aun se encuentra frio y estará mas viscoso, tardando mas en llegar a todas las partes del motor, especialmente la parte alta, reduciendo la capa antifricción que genera el lubricante. Manejar agresivamente durante este periodo puede dañar algunas partes internas del motor en el corto o mediano plazo.

-No reemplazar el aceite según las recomendaciones del fabricante. Rodar y rodar extendiendo los periodos de cambio más allá de las recomendaciones del fabricante puede traer consecuencias muy negativas para el sistema de lubricación puesto que el lubricante se va deteriorando, y los aditivos van perdiendo su efectividad, generando adicionalmente lodos que se adhieren al motor y evitan la buena lubricación. Lo mismo pasa si el aceite utilizado es de baja calidad o tiene una viscosidad muy diferente a la recomendada por el fabricante, pues si la viscosidad es muy alta no fluirá bien en frío aunque en caliente aumentará la presión de aceite pero a costo de un menor caudal y no llegará a rápidamente a todas las partes móviles del motor. Además de esto también existen otros problemas por los que puede fallar el sistema de lubricación.

Fallos en el sistema de lubricación por consumo excesivo de aceite

Comenzamos nuestro repaso a los fallos del sistema de lubricación con el clásico problema del consumo excesivo de aceite. El consumo excesivo de aceite es uno de los signos más evidentes de un sistema de lubricación defectuoso. Si el motor consume más de 0,25 litros de aceite cada 1.000 kilómetros, se aplica una de las siguientes condiciones:

  • La viscosidad del aceite es inferior a la necesaria.
  • La temperatura del motor es superior a 120 °C.
  • Fugas de aceite en las juntas.
  • El aceite se filtra en la cámara de combustión debido a la mala estanqueidad de los segmentos del pistón.

Solución

Dependiendo del componente, la solución al consumo excesivo de aceite puede ser tan sencilla como dolorosa para la cartera. En algunos casos, basta con sustituir el aceite y utilizar uno más adecuado. Sin embargo, si el problema es más grave, es necesario sustituir el componente que provoca la fuga de aceite. Dependiendo de la pieza y del número de horas empleadas, la factura puede alcanzar niveles alarmantes.

Fallos de funcionamiento debidos a una degradación excesiva

Los fallos del sistema de lubricación debidos a la excesiva degradación del aceite son también más comunes de lo que muchos conductores desearían. Este problema suele ser síntoma de uno de los siguientes fallos:

-Parte del aceite de la cámara de combustión se quema.

-Fuga de combustible o agua en el sistema de lubricación por “mal estado de las juntas”.

-Partículas metálicas en el aceite debido al desgaste excesivo de alguno o varios componentes del motor.

Solución

La solución a la degradación excesiva del aceite debe encontrarse lo antes posible y las reparaciones no deben retrasarse demasiado. En este caso, la vida del aceite se acorta y los conductos internos del sistema pueden resultar dañados por la acumulación de suciedad y residuos. Si el sistema acaba dañándose, la reparación costará muchas veces menos que el coste original.

Mal funcionamiento debido a una presión insuficiente en el circuito

El tercer problema que puede provocar un mal funcionamiento del sistema de lubricación es una presión demasiado baja en el sistema. De nuevo, el problema suele producirse en varias áreas:

  • La viscosidad del aceite es demasiado baja para este tipo de motor.
  • Condiciones meteorológicas.
  • Suciedad en el filtro de aceite.
  • La válvula de seguridad está en mal estado y libera la presión antes de lo necesario.
  • Desgaste excesivo de la bomba de aceite o de los retenes.
  • Fuga de aceite.

Fallo debido a una presión de aceite excesivamente alta

El último caso que examinamos fue un fallo del sistema de lubricación debido a una presión de aceite demasiado alta. Este es un problema común del sistema de lubricación que puede tener varias causas:

-La viscosidad del aceite es demasiado alta para el motor o la temperatura ambiente.

-Saturación del filtro de aceite “dependiendo del estado del filtro, esto puede provocar una presión de aceite demasiado alta o demasiado baja”.

-La válvula de seguridad está bloqueada.

Si la causa del problema no es el propio aceite, la solución suele ser sustituir el componente en mal estado.

¿Por qué no lubrica el motor?

Cuando no lubrica el motor puede ser un problema grande, incluso en el caso de no cambiar el aceite y los filtros también influyen. Estas son algunas causas:

  • Desgaste prematuro del motor.
  • Ruido causado por la falta de lubricación del motor, traqueteo de las varillas de empuje y otras piezas metálicas.
  • Daños en los anillos de las bielas, que necesitan aceite para minimizar la fricción.
  • Y lo que es más grave, pueden producirse arcos en la leva.
  • En el peor de los casos, se produce un agarrotamiento. Esto significa que las piezas metálicas rozan tanto que acaban atascándose y ya no permiten el movimiento.

En todos los casos, el coste de la reparación puede oscilar entre 1.000 y 4.000 dólares. En el caso de los vehículos diésel, hay que prestar aún más atención. En este caso, los filtros de hollín y los catalizadores también se ven afectados.

Síntomas de un motor mal lubricado

Un vehículo que funciona sin aceite está destinado a fallar debido a la importancia de este fluido en el motor. Los motores de los vehículos de combustión interna necesitan tres fluidos importantes para funcionar correctamente: gasolina, aire y aceite. La función del aceite va más allá de la lubricación de las piezas de toda la máquina:

  • Reduce la fricción entre las partes móviles.
  • Inhibe la corrosión.
  • Desvía el calor.
  • Aumenta la eficiencia energética.

Las piezas como los pistones, los árboles de levas, las bielas, los engranajes y otros componentes mecánicos deben estar lubricados, ya que de lo contrario pueden sobrecalentarse, deformarse o dañarse debido a la fricción en seco. El aceite debe lubricar constantemente los distintos componentes del motor para que funcionen de forma óptima.

Si notas que tu coche consume más aceite del que debería, puedes evitar una avería si lo detectas a tiempo. Estos son algunos signos que pueden indicar una falta de lubricación en el motor:

  • Variación del nivel de ruido durante el funcionamiento.
  • Un sonido metálico en el motor “causado por la fricción”.
  • Manchas de aceite en el piso.
  • Humo azul con olor a quemado.

Consecuencias de una deficiente lubricación del motor

Alto riesgo de fuga

Una lubricación pobre aumenta el riesgo de fugas, lo que requiere la sustitución de piezas como juntas, mangueras, filtros de aceite o boquillas, y otros problemas derivados del fallo de estas piezas.

Mayores costes energéticos

Añadir más lubricante o uno distinto al requerido modifica el estado tribológico del aceite, lo que puede provocar desviaciones del punto óptimo de lubricación y mayores costes energéticos. Un buen ejemplo es cuando un motor de combustión interna, diseñado para funcionar en determinadas condiciones con una lubricación ideal, recibe más lubricante del necesario. La temperatura del aceite disminuye y su viscosidad aumenta en consecuencia. Se necesita más energía para mover la máquina, lo que aumenta los costes energéticos.

Acumulación de contaminantes en el medio ambiente

Con los lubricantes sólidos y como resultado de la sobrelubricación, parte del lubricante puede liberarse al medio ambiente, provocando una acumulación de contaminantes que periódicamente entran en el sistema.

Por otro lado, el exceso de lubricación supone un elevado coste medioambiental porque provoca emisiones que deben ser recuperadas. La eliminación de los residuos creados en el medio ambiente es obligatoria. A ello se suman los costes de las correspondientes multas impuestas por las autoridades en caso de emisiones accidentales.

Calentamiento y degradación química

La modificación de la cantidad de lubricante introducido puede provocar un aumento de la temperatura, lo que altera las condiciones de lubricación e impide la renovación del lubricante en los puntos críticos. Esto conduce a una oxidación acelerada por degradación química y a un desgaste anormal de los elementos rodantes. La consecuencia inmediata es que todo el sistema acaba fallando.

Daños en los sellos/juntas

El exceso de lubricación también tiene un efecto negativo en el estado de las juntas. Cuando hay demasiado aceite lubricante o de mucha viscosidad, aumenta la presión sobre las juntas, lo que provoca su destrucción y fallo. Cuando esto ocurre, el agua y los contaminantes pueden entrar en el sistema mecánico. Como resultado, puede ser necesaria una acción correctiva para toda la unidad.

Costos elevados de reparación

Cuando un motor se estropea por exceso de lubricación, hay que pararlo. Los costes indirectos son, por tanto, un elemento muy importante a tener en cuenta, ya que pueden ser muy elevados. Para determinar el importe de una avería con el fin de repararla o, en algunos casos, sustituirla, es necesario conocer el daño.

Consejo muy importante si enciende el testigo del aceite

En el eventual caso de que se encienda el testigo de aceite del salpicadero, se debe de detener el motor inmediatamente para evitar posibles daños irremediables en las partes móviles. Si te ocurre esto, lo primero que debes hacer es revisar el nivel del aceite, pues un bajo nivel puede ocasionar que el testigo se encienda. Si el nivel esta bien, pero el motor presenta ruidos extraños de fricción es posible que la bomba de aceite se haya dañado. No obstante, si te ha encendido el testigo y no estás muy seguro de qué ha pasado, es mejor llamar una grúa o un especialista para que haga una revisión preventiva. En ocasiones puede fallar el sensor de presión de aceite, pero es muy aconsejable estar seguros, puesto que como habrás visto la bomba de aceite es quien bombea “la sangre” a todo el motor y sin ella el motor morirá en muy pocos kilómetros. Su fallo es algo que debe tomarse muy en serio.

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